«El flujo libre de noticias independientes es más esencial que nunca, tanto para informar al público sobre medidas vitales para contener el virus, como para mantener el escrutinio público y el debate sobre la idoneidad de esas medidas». Es parte de la carta que varias organizaciones internacionales de periodistas enviaron hace unos días, de forma conjunta, a las autoridades europeas, para que éstas declararan el periodismo como servicio esencial durante la pandemia por coronavirus. E incorporo aquí un par de extractos más de la misma carta: «Nuestras organizaciones son muy conscientes de los peligros de la desinformación y de cómo es utilizada por grupos sin escrúpulos para propagar el pánico y la división»; y «están preocupadas por las dificultades de acceso de los medios a fuentes gubernamentales, expertos médicos y aquellos que están en la primera línea de la pandemia. Las restricciones a la libertad de movimiento no deben usarse para evitar que los medios sean testigos de la crisis». La Asociación de la Prensa de Madrid nos ofrece, entre otros, la carta íntegra. Éste es el panorama de la comunicación mundial hoy, en un momento en que el periodismo es más importante que nunca para que no avancen los bulos y el pánico. Eso sí, periodismo con perspectiva de género; si no, no es periodismo.

Por esto, los periodistas del mundo nos hemos unido para reclamar respecto y apoyo a nuestro trabajo. Y se han publicado consejos, como éstos de la Asociación Española de Comunicación Científica, y, sobre todo, listas de fuentes informativas fiables para saber, pero saber de verdad, qué es lo que está ocurriendo. La Fundación Gabo mantiene una actividad frenética de respaldo y soporte de los medios de comunicación hispanohablantes. Periodistas y científicos muy unidos inevitablemente para ofrecer información de calidad, información periodística. Porque los periodistas sabemos dónde buscarla. Pero como ahora vamos contrarreloj, la AECC ha publicado esta completísima lista de fuentes, en la que figuran, entre otras muchas, la página oficial de la OMS dedicada al covid-19, los informes epidemiológicos del Instituto de Salud Carlos III y la página web del CSIC. E incluso recomienda, para el público general, medios de comunicación como SINC, la sección Materia de El País, el Lab de RTVE sobre coronavirus y Maldita.es. No será por fuentes fiables con que alimentar las redes sociales. Ahora, el que no está bien informado es porque no quiere. Tristemente, hay muchos que no quieren para poder librar a sus anchas sus personales, políticas y miserables batallas, con las que dañan a tanta gente.

Salud y #PeriodismoDigno